Es fea y me da placer. Placeres ocultos sobre las exnovias feas de tu pareja

Ya lo sé. No queda muy bien decir esto pero seamos honestas. Es un pensamiento que cruza nuestra mente cuando vemos la foto de la exnovia de nuestra pareja. Nos sonreímos por dentro pensando: «Joder, qué fea es. Yo soy más guapa» !Qué estupidez! Como si por el hecho de ser más guapa viniera un año de garantía en la relación. Garantía de guapura un año de relación sin problemas asegurada. Me ha dado un placer oculto pensar que por alguna extraña razón esa fealdad inesperada ha subido mi guapura por momentos. Siento que los pies se me elevan del suelo y que soy una divina comparada con ese caballo de dientes salientes y crin desbocada que estaba antes que yo. Puede parecer absurdo y claramente no muy empático, que me perdone mi alter ego Miss Empatía pero estas cosas me pasan por la cabeza. Y aunque no lo digas en voz alta es posible que también pasen por la tuya. Porque somos meros mortales, humanos, con complejos (de mierda) que nos creemos hasta la saciedad. ¿Qué es la belleza? Es una de las preguntas existenciales que filósofos y pensadores de todos los tiempos han intentado responder. Me voy a lanzar al ruedo diciendo que la belleza se trata como si fuera sólo el envoltorio, ese cuerpo que nos presenta al mundo porque es lo primero que se ve. Belleza es todo. No es sólo la carne fofa o tersa que nos envuelve sino aquello que está dentro de nosotros y que quizá muchos no logran ver. La bondad es bella, un abrazo, un detalle, la atención, la inteligencia, el humor…La belleza no se esconde en los límites de la piel y el envoltorio muchas veces por más bonito y lustroso que sea esconde un paquete lleno de serrín que será muy bello por fuera pero no hay nada aprovechable por dentro. No sé que pecado es regocijarte en la supuesta fealdad de una exnovia pero seguro se merece una categoría nueva donde poner a las pecadoras como yo que tienen placeres ocultos ante la presunta fealdad de aquellas que estuvieron antes. Será que me sube el caché de mis complejos que creía desterrados… ¿Quién sabe? Dime que a ti también te pasa…

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